Familiares de Henry Adalid Díaz, de 26 años, y personal de la cancillería de Honduras, recibieron el cuerpo en el aeropuerto Toncontín de Tegucigalpa, y fueron trasladados a la localidad de Goascorán, unos 100 km al sur de la capital.
Díaz integraba la segunda caravana de migrantes que partió en las últimas semanas desde Honduras, y murió por el impacto de una bala de goma en la cabeza, cuando la policía mexicana les bloqueó el paso desde Guatemala.
La primera caravana de hondureños salió de San Pedro Sula el 13 de octubre, y desde entonces han salido desde el país otros grupos que buscan llegar a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.